Cómo distinguir un buen jamón ibérico de bellota de una imitación

Cómo distinguir un buen jamón ibérico de bellota de una imitación

Cuando alguien busca llenar su mesa con sabores de calidad y tirar de productos patrios, una de las primeras opciones que siempre viene a la cabeza es la de comprar jamón de bellota ibérico y de calidad. Afortunadamente, cada vez es más fácil hacerse con este tipo de jamones sin tener que pasar mucho tiempo buscando, o comparando, y además sus precios son cada vez más accesibles.

Ahora bien, ¿cómo puedes comprobar si un jamón ibérico es de bellota de verdad y no un cruce o algún tipo de imitación? Si acudes a tiendas fiables, no tienes por qué preocuparte siquiera. Pero, en caso de que acudas a algún otro comercio en su busca, te vamos a dar una serie de recomendaciones con las que podrás distinguirlo fácilmente y saber si lo que vas a comprar es realmente lo que dice ser o no.

Tabla de contenidos

Trucos para identificar a simple vista un jamón ibérico de bellota real

¿Cuáles son las técnicas y tácticas para poder distinguir un buen jamón ibérico de bellota? Lo cierto es que es bastante sencillo, solo tienes que echar un vistazo a su etiquetado, su pesaje y su periodo de curación. Pero, si lo prefieres, también puedes comprobarlo a través del tacto. Sí, tocando el jamón también es posible determinar si es de calidad o no.

Pero no vamos a adelantar más acontecimientos, sigue leyendo y toma nota:

El tocino y el tacto

Lo primero que puedes hacer, en caso de ver el corte del jamón, es echar un vistazo a su tocino. Es una de las claves para distinguir un buen jamón ibérico de bellota de cualquier posible imitación o mezcla. Lo único que tienes que hacer es presionar la parte de abajo del jamón, que es donde se concentra el tocino. Para empezar, es una zona que debe estar arrugada. Para terminar, si presionas con los dedos, estos deben hundirse fácilmente.

Luego, puedes comprobar también con la babilla. Esta, que es la parte más estrecha del jamón, debe hundirse ligeramente si presionas con los dedos. Ten cuidado, porque ni puede hundirse demasiado, ni tampoco estar dura como una piedra. Debe haber un punto intermedio, ya que esto es lo que indica que la carne del jamón tiene la consistencia adecuada.

¿Cuánto pesa y qué curación ha tenido?

Las leyes han cambiado con el paso de los años y, ahora, está prohibido vender jamones de cerdo ibérico que no lleguen a los 7 kilos de peso. Es una buena medida para evitar el sacrificio de animales que sean demasiado pequeños o que no hayan tenido el tiempo de crianza adecuado. Lo más recomendable es que te hagas con una pieza de unos 8 kilos y medio aproximadamente, porque ahí es donde se encuentra el buen equilibrio entre jamón limpio, tocino y hueso.

Por otra parte, hay que tener en cuenta también el tiempo de curación. La clave para que un jamón de bellota e ibérico sea bueno de verdad es que tenga una curación de al menos cuatro años. Así es como alcanza la textura y el sabor adecuados, dado que consigue la madurez correcta. Ahora bien, a mayor peso, mayor tiempo de curación. Si consigues una pieza más grande, no la descartes si ha estado curándose durante un lustro.

Observa la etiqueta

Lo primero que hay que ver es el remate que hay alrededor de la pezuña de la pata de jamón. Si este es de color negro, la probabilidad de que se trate de un jamón ibérico de bellota es del 100%. Ahora bien, si el color es rojo, significa que se trata de un cruce de cerdo ibérico puro con otra variante, así que se tratará de un jamón con una pureza del 50%. ¿Y si esto es de color blanco o verde? En ese caso, ahí no hay nada de bellota. Evítalo si es lo único que quieres.

También es importante ver la etiqueta de la empresa que emite el certificado del jamón, ya que en esta se indica el tiempo de curación, ligado al año de sacrificio del animal. Como ya hemos visto antes, hay un mínimo de años fundamental para que el jamón tenga el sabor, el tacto, la textura y el aroma adecuados. No te conformes con menos de eso, nunca.

Con estas pautas, te aseguramos que será imposible que te puedan colar un falso jamón ibérico de bellota. Tienes todas las herramientas suficientes para detectarlo y saber distinguirlo, aunque con el tiempo te resultará mucho más fácil saber cuál es de verdad y cuál no lo es en caso de dudas.

Aun así, recuerda siempre comprar jamón en tiendas de calidad y confianza, ya que ahí no será necesario hacer nada de esto. Los profesionales fiables siempre van a ser transparentes con la calidad de su producto, sobre todo cuando hablamos de jamones.

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